Ser el corazón y ombligo de la playa o de la fiesta de piscina no es tarea sencilla. Es necesario tener una personalidad vibrante, avasalladora, completamente extrovertida y 100% desvergonzada. Aunque, claro está, todas esas condiciones también son necesarias para lucir este insuperable traje de baño, con el plus de garantizarte una exposición inmediata y una distinción inigualable.
Ni bermudas, ni pantaloncillos; nada de lo que has visto se le comprara al Mankini, el original y prácticamente exclusivo traje de baño, el mismo que utilizó Sacha Baron Cohen en la película que lleva el nombre de pila de su personaje más afamado: Borat Sagdiyev.
No es ropa interior, pero se le parece. Es un traje de baño, aunque no lo parezca. Es único, no tiene igual ni semejantes, y es el regalo perfecto para atrevidos, amigos desvergonzados, novios a punto de contraer matrimonio y para nosotros mismos, cuando queramos jugarle una buena broma pesada a alguien… ¿te imaginas la cara de tu suegra al verte salir del vestuario con el Boral Mankini puesto? ¡Impagable!
Contrariamente a lo que podrías imaginar, este singular bañador ha cobrado mucha popularidad en los últimos tiempos. Diseñada para un hombre con estilo, distinto de los demás, muy seguro de sí mismo y con muchas agallas, y triunfadores por naturaleza. Quienes se han atrevido a probárselo lo han utilizado, y han dado testimonio de que es una prenda muy cómoda, refrescante y placentera, incluso se le ha atribuido una propiedad de sujeción extra vital para su utilización… si te imaginas a lo que me refiero…
Hay que probar de todo en la vida, se dice por ahí, y esta es una excelente manera de perderle el miedo a lo nuevo… ¡y también de perder la vergüenza!




Sin insectos, brisas ni necesidad de trasladarnos, este ingenioso artilugio nos permite disfrutar de la inmensidad dentro de nuestra propia habitación. Su magia es posible gracias a la proyección de estrellas láser verdes que flotan en una nebulosa tridimensional azul. Sólo debes encenderlo y disfrutar de horas de paz, meditación, o sencillamente quedarte allí, viendo las estrellas y pensando en nada, esperando el momento en que otra de sus estrellas fugaces se nos haga visible por entre los cuadros de nuestra pared.
Ideal para la intimidad, el momento especial individual o una fiesta tranquila… o cualquier otra ocasión. Puedes exhibirlo donde y como lo desees, regulando la altura y el ángulo de proyección, haciendo posible ver estrellas en los techos, paredes o incluso el piso. Puedes ofrecerlo como un espectáculo llamativo, o modificar el brillo de la imagen para que sea el telón de fondo de una buena conversación. Podrás ambientar infinidad de momentos con él, es una garantía de relajación, meditación y entretenimiento.
